Por los niños con autismo

La pirotecnia puede generarles un estrés significativo debido al ruido fuerte y los cambios abruptos en su entorno, lo que puede alterar su bienestar emocional y sensorial.

Por las mascotas

Muchos animales, especialmente perros y gatos, se asustan con los estruendos de los fuegos artificiales, lo que puede provocarles ansiedad, miedo extremo e incluso huida.

Por los enfermos

Las personas con condiciones de salud delicadas, como enfermedades cardíacas o respiratorias, especialmente las hospitalizadas, pueden sufrir consecuencias graves por el impacto del ruido y las partículas que liberan los explosivos.

Por los ancianos

Los adultos mayores pueden ser especialmente vulnerables al ruido fuerte, que puede alterar su descanso, causarles ansiedad o incluso poner en riesgo su salud.

Dale... copate y pensá un poquito en ellos antes de encender un petardo. Porque si hacés sufrir a otros... Qué estás festejando?
marta portilla/diario La Calle.